Para completar el trabajo rápidamente y no exceder el presupuesto, los diseñadores no volvieron a planificar. Dado que no hay muchos lugares para almacenar artículos para el hogar en un apartamento típico, se decidió asignarles un vestidor. Para ello, se separó parte del salón mediante un tabique, que se recortó con ladrillos blancos decorativos.
Una parte de la pared adyacente al tabique se colocó con el mismo ladrillo, resaltando así el área de recreación con la ayuda de material de acabado. Hay un gran sillón y una chimenea. Alrededor de la chimenea hay estantes altos y estrechos en un color de contraste; esta técnica ayuda a que el techo sea visualmente más alto.
La pared, que tiene un gran sofá de esquina, que sirve como lugar para dormir por la noche, se pegó con papel tapiz beige claro con un patrón floral, por lo que se resaltó el área para dormir.
El interior utiliza colores que se encuentran en la naturaleza, superficies de madera. La abundancia de blanco amplía visualmente el espacio de la habitación, mientras que los tonos beige se suavizan y añaden comodidad.
Casi todo el mobiliario para el proyecto fue seleccionado por IKEA, para el suelo se utilizaron baldosas Mainzu Cerámica, baldosas Incana y papel pintado Borastapeter para las paredes.
Vestíbulo
Baño